·
ANTECEDENTES
HISTÓRICOS DE LA FORMACIÓN SOCIAL GUATEMALTECA:
El
enfrentamiento interno de 36 anos que concoció Guatemala se caracterizó por su
extrema crueldad y la masiva violación de derechos humanos, insertándose en la
historia de un país en el cual se han sucedido con pocas excepciones,
conflictos armados internos, gobiernos autoritarios, así como de irrespeto a
los derechos fundamentales de la persona.
Se
trata, de una nación que ha tenido
pocos ejercicios en la democracia, en el aprendizaje de la ciudadanía y que ha
interiorizado una cultura de violencia. Inclusive
los decursos de modernización, como la reforma liberal de los años 70 del S.
XIX, que incorporó a la economía al mercado mundial y que estableció un Estado
moderno, no han ido acompañados de la democratización política. El Estado se
reprodujo como expresión de intereses de las élites económicas, originalmente
oligarquías basadas en el sector agrario. [Comisión de Esclarecimiento,1996]
Fue igualmente un Estado altamente centralizado, donde el gobierno central
concentraba las decisiones políticas y económicas y que manifestaba
macrocefalia en cuanto a la ubicación de la inversión social y de los servicios
estatales, en las grandes áreas urbanas o zonas de interés para las elites
económicas dominantes.
Carente
de legitimidad y dependiendo por ello de la capacidad de su aparato represivo
para el control social, el Estado ha sido fundamentalmente excluyente.
La exclusión se ha manifestado en varios niveles. En
el político,por la sucesión de dictaduras tradicionales y de gobiernos
autoritarios con componente militar, instaurados o por medio de golpes de
Estado o de fraudes electorales. En el social, debido a que al haber sido el
Estado expresión de intereses oligárquicos, se mantuvieron altos niveles de
concentración del ingreso y de los medios de producción, con la consiguiente
falta de acceso de los habitantes a los satisfactores vitales básicos.
[Torres-Rivas, 1999]
Pero el nivel más profundo de
la exclusión se constituyó en el campo de las relaciones Interétnicas. Guatemala
es uno de los pocos países latinoamericanos cuya población indígena originaria,
mantuvo y reprodujo su cultura y su importancia numérica a través de las
diversas etapas históricas.
Aún
para el año 2004 se estimaba que la población indígena constituye el 45 % de
los habitantes, y que se hablan con diversa cobertura, cerca de 22 idiomas y
lenguas indígenas. Pese a su importancia, ese segmento de los guatemaltecos se
encuentra entre los más marginados. El poder político y económico ha estado
tradicionalmente concentrado en el segmento poblacional no indígena, conocido
localmente como ladino.
·
LOS PUEBLOS
ORIGINARIOS Y LOS PROCESOS DE COLONIZACIÓN. LOS ANTIGUOS MAYAS, LOS QUICHÉS,
MAMES Y CAKCHIQUELES.
Los
mayas del tiempo de la conquista (1)
Descendientes directos, conocedores de la historia, guardianes de
varios textos históricos culturales, políticos, artistas y guerreros, estos
grupos ya no habitaban las mega ciudades mayas, sino vivían en ciudades más
diseñadas para uso social y poblacional. Tikal estaba abandonada al igual que
Calakmul (en México, ciudad comparable y eterna enemiga de Tikal), Uaxactún, El
Mirador, Dos Pilas, etc. Todas las ciudades abandonadas. Nuevas ciudades eran
el centro de la vida maya.
Conocedores de secretos pero en menor parte que los mayas originales, estos grupos separados y en guerra entre sí, fueron los que se enfrentaron a la conquista española. Sin duda la historia hubiese sido diferente si los españoles no hubieran encontrado tal separación y tantos conflictos entre los descendientes de los mayas.
Conocedores de secretos pero en menor parte que los mayas originales, estos grupos separados y en guerra entre sí, fueron los que se enfrentaron a la conquista española. Sin duda la historia hubiese sido diferente si los españoles no hubieran encontrado tal separación y tantos conflictos entre los descendientes de los mayas.
Los
mayas en época de grandes pérdidas (2)
Los españoles con su movimiento de colonización, esclavitud y
cristianización, se dedicaron a reducir la resistencia maya para luego
privarlos de su sistema de educación tradicional, por ende, separaron pueblos,
aislaron y eliminaron a grandes personalidades mayas (guías, maestros,
sacerdotes, reyes, tatas, etc.)
Se instituyó el nuevo sistema de educación y se les prohibió (bajo amenaza de muerte) la educación tradicional donde se aprendía la lectura, idioma y escritura maya.
Diego de Landa (religioso de la época junto a otros más en distintas regiones) tenían la misión de cristianizar y velar que los escritos ancestrales, culturales y tradicionales (entre ellos códices) fueran destruidos. Fue con esta bárbara destrucción que se perdieron grandes conocimientos y se creó una enorme interrupción en la herencia de la historia maya.
Esto ayuda a comprender en gran parte el por qué los mayas de hoy no nos pueden dar explicaciones de la historia antigua y sus misterios.
Se instituyó el nuevo sistema de educación y se les prohibió (bajo amenaza de muerte) la educación tradicional donde se aprendía la lectura, idioma y escritura maya.
Diego de Landa (religioso de la época junto a otros más en distintas regiones) tenían la misión de cristianizar y velar que los escritos ancestrales, culturales y tradicionales (entre ellos códices) fueran destruidos. Fue con esta bárbara destrucción que se perdieron grandes conocimientos y se creó una enorme interrupción en la herencia de la historia maya.
Esto ayuda a comprender en gran parte el por qué los mayas de hoy no nos pueden dar explicaciones de la historia antigua y sus misterios.
·
SOCIEDADES
INDÍGENAS PRE CLASISTAS Y TRANSICIÓN A LAS SOCIEDADES DESPÓTICO
TRIBUTARIAS.
Es
importante, hacer referencia, que durante el período del desarrollo de las
ciencias de la cultura maya (preclásico tardío) hasta en el momento del
reacodomo de las relaciones de producción (posclásico temprano), se produjeron
rasgos del sistema despótico tributario, aplicado sobre los grupos subalternos
llamados maceguales, quienes tenían que tributar en especie y en trabajo para
el sostenimiento de las personas que se dedicaban a la observación de los
astros, los que se dedicaban a la arquitectura, la escritura, etc. esto quiere
decir que existió de alguna forma rasgos de clases sociales.
Se le
denomina Despótico Tributario, porque existió un soberano el Halach Winic quien
es el responsable de toda la comunidad y quien vela por la recaudación de los
tributos a los miembros que habitaban en la Ciudad Estado y de las comunidades
bajo su control, que de alguna manera es una explotación del hombre por el
hombre no de manera personal sino de manera colectiva. Los artículos y
producción recaudada no lo consumía únicamente el soberano, sino es distribuida
a los que están dedicados a los estudios de la astronomía, a los sacerdotes
mayas, a los médicos, arquitectos, etc. Para que las personas dedicados a estos
trabajos y estudios se especialicen en la materia. Pero no se alcanzó una
esclavitud como lo señalan unos autores.
·
LA CONQUISTA
La conquista de Guatemala fue un conflicto
que forma parte de la colonización española de América en el territorio de lo
que hoy es la república de Guatemala en América Central. Antes de la conquista,
este territorio comprendía varios reinos mesoamericanos, la mayoría de los
cuales pertenecía a la civilización maya. Muchos conquistadores vieron a los
mayas como «infieles» que necesitaban ser pacificados y convertidos a la fuerza
al cristianismo, sin tener en cuenta los logros de su civilización.2 El primer
contacto entre los mayas y los exploradores europeos se dio en el siglo xvi,
cuando un barco español que navegaba de Panamá a Santo Domingo naufragó en la
costa este de la península de Yucatán en 1511.2 En 1517 y 1519 siguieron varias
expediciones españolas que tocaron tierra en diferentes partes de la costa de
Yucatán.3 La conquista española del territorio de los mayas fue un conflicto
prolongado que duró casi dos siglos4 por la tenacidad de la resistencia de los
reinos mayas a su integración en el imperio español.5
La tecnología y las tácticas españolas
y nativas eran muy diferentes. Los pueblos indígenas de Guatemala no solamente
carecían de elementos claves de la tecnología del Viejo Mundo como una rueda
funcional, caballos, hierro, acero y pólvora, sino que también eran muy
susceptibles a las enfermedades del Viejo Mundo contra las cuales no tenían
ninguna resistencia. Los mayas preferían las incursiones y la emboscada a la
guerra a gran escala, y utilizaban lanzas, flechas y espadas de madera con
hojas de obsidiana. Los xincas de la llanura costera del sur utilizaban flechas
envenenadas. En respuesta a la caballería española, los mayas del altiplano
recurrieron a cavar hoyos con estacas de madera. Los españoles vieron la toma
de prisioneros como un estorbo para la victoria final; en cambio, los mayas
dieron prioridad a la captura de prisioneros vivos y la apropiación de botín.
Pedro de Alvarado llegó a Guatemala a
principios de 1524 al mando de una fuerza mixta compuesta de conquistadores
españoles y sus aliados nativos, en su mayoría de Tlaxcala y Cholula. Los
nombres geográficos a lo largo de Guatemala tienen topónimos en náhuatl debido
a la influencia de estos aliados mexicanos que también sirvieron como guías y
traductores para los españoles.6 Al inicio de la conquista, los kakchiqueles se
aliaron con los conquistadores, pero pronto se rebelaron contra las excesivas
exigencias tributarias de los españoles; no se rindieron hasta 1530. Mientras
tanto, cada uno de los demás reinos mayas del altiplano había sido derrotado
por los españoles y sus guerreros aliados, tanto de México como de los reinos
mayas previamente subyugados. El pueblo itza' y otros pueblos mayas de las
tierras bajas en la cuenca del Petén establecieron contacto con Hernán Cortés
por primera vez en 1525, pero el reino itza' era hostil a la invasión de los
españoles y mantuvo su independencia hasta 1697, cuando un resuelto ataque de
los españoles finalmente derrotó el último reino maya independiente.
·
PERÍODO
COLONIAL
Guatemala se distingue de ser un país muy rico en
recursos naturales, también se distingue de ser un país Pluricultural y
Multibilingüe, en donde cada etnia o raza se caracteriza por su historia.
Años atrás, entre 1524-1821 vivió una temporada a la que
se llamo época colonial basándose como la explotación económica de un
territorio y del trabajo de los
habitantes de este. La esclavitud, constituyente en el dominio absoluto
sobre una persona, fue un fenómeno que
se conoció no solamente en nuestro país Guatemala, sino también en los demás,
y países del viejo mundo (España,
Portugal, áfrica, Rusia etc.). Tal
fenómeno arrasó con la vida de muchos nativos de muchos países, incluyendo el
nuestro, siendo usados como muebles, siendo vendidos y usados para mano de
obra. los españoles en innumerables ocasiones abusaron de los nativos, no
solamente de sus libertades sino de su condición digna. para los cuales
hubieron algunos que defendieron los
derechos de estos, como lo fueron los frailes, como fray Bartolomé de las
casas, defensor de los derechos de los nativos. La encomienda, que tuvo un peso
especifico en el proceso de la conquista
y la colonización de Guatemala. La encomienda
comprendía un núcleo de indios, entregados a un particular por el
término de la vida de éste y con frecuencia de la de uno o más sucesores, con
el compromiso de suministrarles víveres, ropas y habitación, y de educarlos,
beneficiándose en retribución, con su trabajo o el pago de un tributo.
Un régimen colonial, en términos
generales, aplicables también a la situación que prevaleció en el Reino de
Guatemala entre 1524 a 1821, se puede concebir, en esencia, como la explotación
económica de un territorio y del trabajo
de los habitantes de éste, que anteriormente gozaron de autonomía. En el caso
de la sociedad colonial de Guatemala es
decir, durante el periodo comprendido de 1524 a 1821, el aparato económico,
estrictamente considerado, descanso principalmente a las siguientes columnas institucionales: Esclavitud, Encomienda,
Repartimiento, servicios personales, propiedad y utilización de la tierra,
administración de la hacienda pública, tecnología, trabajo artesanal y
comercio. Básicamente, sin embargo, en Guatemala , el régimen colonial gravitó
en el trabajo de los nativos , ya que los móviles generales de la conquista , las coacciones en que esta se realizó y la propia situación económico social de España
y de la propia colonia . LA ESCLAVITUD DE LOS INDIOS El dominio casi absoluto
de una persona sobremanera , equivalente a un derecho de propiedad que traduce en la anulación de la libertad , la personalidad y otros derechos individuales de quien ocupa la posición de esclavo , fue
un fenómeno que, con ligeras variantes , se conoció en todos los continentes ,
inclusive África , y casi de manera ininterrumpida desde la antigüedad . En el siglo XVI se conocía en las sociedades del viejo mundo,
así como en las sociedades mesoamericanas
con la Pre conquista. En estas últimas, el estrato de los esclavos se
integraba, principalmente con prisioneros
de guerra o criminales condenados
por la sociedad, pero los hijos de unos y otros no necesariamente heredaban tal
condición. En algunas zonas también se obtenían esclavos mediante compra, el cobro de tributos por los señores o bien por la comisión de varios y diversos
delitos. Se les reconocía por su
posición inferior en los procesos productivos
por supuesto y , en algunos casos, por la correspondiente “MARCA” en la cara y en los brazos , tal como se
hacía en Nicaragua , por ejemplo donde se usaba, para tales efectos , un polvo
negro hecho de carbón de pino que se
frotaba en una cortada hecha la cara o en un brazo , para que la seña
persistiera después de sanada la herida
. Esta práctica de la marcación fue
continuada por los españoles
después de 1524. Estos en efecto redujeron a la esclavitud a muchos nativos en los años cruciales de la conquista y utilizaban una “G” para marcar a los esclavos obtenidos en guerra , y una especie de
“R” compuesta , para los llamados “ESCLAVOS DE RESCATE” . Estos últimos eran precisamente los que ya tenían tal
condición en las sociedades
prehispánicas, y de cuya existencia anterior
persisten pruebas documentales, pictográficas y lingüísticas en la actualidad. Estas pruebas se refieren
a casi todo el territorio de la antigua Mesoamérica y, en muchos casos, ponen de manifiesto
ciertas prácticas de excesiva
crueldad asociadas a la esclavitud de aquella época. Como en otras partes del
viejo mundo, en la Guatemala prehispánica
la esclavitud implicaba un derecho u derecho de propiedad sobre la
persona del esclavo, lo que incluía los
frutos del trabajo, así como la privación de la vida de éste si se trataba de uno propio, o de una
obligación de resarcimiento en el caso de uno ajeno. Desde entonces, se tomaron medidas efectivas
para que tal practica no continuara, y se ordeno la liberación de muchos
indígenas que se conservaban bajo dicho régimen. Es justo reconocer, por otra
parte, que también hubo fuertes voces de crítica, de denuncia, de abierta
condena a la política esclavista que
España y los colonos españoles
desarrollaron en América central. Entre tales voces , a pesar de que
había también religiosos comprometidos en dichas practicas ,
destacaron la del licenciado Cristóbal
de Pedraza , protector de los indios y Obispo de Honduras , quien envió una
cruda” Información “ sobre la situación esclavista en ese país y por supuesto la voz implacable de celebérrimo Fray Bartolomé de las Casas. Y
en España, precisa decirlo, algún eco tuvieron aquellas voces detonantes, cuando menos en el ámbito del “debe ser” inherente a las leyes nuevas.
Otra modalidad irregular, entre los
muchos procedimientos usados para burlar el precario control de la
práctica esclavista, consistió en la venta, en calidad de esclavos, de muchos
indios sometidos al régimen de la
encomienda. Estos por definición , eran individuos libres , con la única
obligación del pago del tributo a su
encomendero, pero este, en
componenda con funcionarios, religiosos , traficantes y eventualmente con los caciques locales , se las ingeniaba
para participar en el mercado de
esclavos , a expensas de la libertad de
sus encomendados y del ingreso regular que constituía el tributo
LA ESCLAVITUD DE LOS NEGROS: Los primero núcleos de esclavos negros,
paradójicamente se localizaron en el propio continente africano. Desde una
época no precisada, y como consecuencia de guerras intertribiales o de
peculiares estructuras socioeconómicas, unos negros eran sometidos a la
esclavitud por otros de sus congéneres,
tal como ocurrió en el propio contexto
de las sociedades precolombinas de América. En aquellas circunstancias
primigenias , la esclavitud era fuente de mano de obra y de prestigio social para los amos, pero en
los procesos productivos generales no
alcanzo la importancia y la envergadura que la caracterizaron cuando comenzó el trafico trasatlántico , derivado este de la expansión
colonizadora de las potencias
occidentales .
- .
EL PROCESO DE CONQUISTA.
La conquista de Guatemala fue un
conflicto que forma parte de la colonización española de América en el
territorio de lo que hoy es la república de Guatemala en América Central. Antes
de la conquista, este territorio comprendía varios reinos mesoamericanos, la
mayoría de los cuales pertenecía a la civilización maya. Muchos conquistadores
vieron a los mayas como «infieles» que necesitaban ser pacificados y
convertidos a la fuerza al cristianismo, sin tener en cuenta los logros de su
civilización.2 El primer contacto entre los mayas y los exploradores europeos
se dio en el siglo xvi, cuando un barco español que navegaba de Panamá a Santo
Domingo naufragó en la costa este de la península de Yucatán en 1511.2 En 1517
y 1519 siguieron varias expediciones españolas que tocaron tierra en diferentes
partes de la costa de Yucatán.3 La conquista española del territorio de los
mayas fue un conflicto prolongado que duró casi dos siglos4 por la tenacidad de
la resistencia de los reinos mayas a su integración en el imperio español.
La tecnología y las tácticas españolas
y nativas eran muy diferentes. Los pueblos indígenas de Guatemala no solamente
carecían de elementos claves de la tecnología del Viejo Mundo como una rueda
funcional, caballos, hierro, acero y pólvora, sino que también eran muy
susceptibles a las enfermedades del Viejo Mundo contra las cuales no tenían
ninguna resistencia. Los mayas preferían las incursiones y la emboscada a la
guerra a gran escala, y utilizaban lanzas, flechas y espadas de madera con
hojas de obsidiana. Los xincas de la llanura costera del sur utilizaban flechas
envenenadas. En respuesta a la caballería española, los mayas del altiplano
recurrieron a cavar hoyos con estacas de madera. Los españoles vieron la toma
de prisioneros como un estorbo para la victoria final; en cambio, los mayas
dieron prioridad a la captura de prisioneros vivos y la apropiación de botín.
Pedro de Alvarado llegó a Guatemala a
principios de 1524 al mando de una fuerza mixta compuesta de conquistadores
españoles y sus aliados nativos, en su mayoría de Tlaxcala y Cholula. Los
nombres geográficos a lo largo de Guatemala tienen topónimos en náhuatl debido
a la influencia de estos aliados mexicanos que también sirvieron como guías y
traductores para los españoles.6 Al inicio de la conquista, los kakchiqueles se
aliaron con los conquistadores, pero pronto se rebelaron contra las excesivas
exigencias tributarias de los españoles; no se rindieron hasta 1530. Mientras
tanto, cada uno de los demás reinos mayas del altiplano había sido derrotado
por los españoles y sus guerreros aliados, tanto de México como de los reinos
mayas previamente subyugados. El pueblo itza' y otros pueblos mayas de las
tierras bajas en la cuenca del Petén establecieron contacto con Hernán Cortés
por primera vez en 1525, pero el reino itza' era hostil a la invasión de los españoles
y mantuvo su independencia hasta 1697, cuando un resuelto ataque de los
españoles finalmente derrotó el último reino maya independiente.
La
crisis de la vida colonial
Las relaciones entre las distintas
clases sociales, y aun dentro de ellas mismas, crearon tensiones y conflictos.
Los blancos criollos o mantuanos
representaban a la clase dominante.
Los principales conflictos suscitados
fueron:‡ Entre esclavos y blancos criollos: se manifestaron en fugas y
rebeliones de esclavos, que no llegaron a tener éxito.‡ Entre pardos y blancos
criollos: los pardos, encontraron en los criollos uno obstáculo para su
desarrollo, por cuanto éstos impedían su ascenso económico y social.
Los pardos aspiraban a disfrutar de
los mismos privilegios económicos, sociales y políticos.‡ Entre los blancos
criollos y los blancos peninsulares: el monopolio metropolitano impedía el
desarrollo económico de los criollos al no permitirles libertad de comercio e
industria; igualmente se impedía la participación política de los criollos al
limitarles su representatividad.
La crisis de la sociedad colonial
venezolana tuvo su expresión en diversos movimientos insurrecciónales y
rebeliones:‡ Entre los movimientos dirigidos por pardos y negros en contra de
los hacendados criollos podemos mencionar la llamada confabulación de Miguel
Luengo en 1747, laconjura de los
negros del centro en 1749 y el alzamiento del negro Guillermo entre1771 y
1774.‡ Otros movimientos: a)
La revuelta de Andresote entre 1730 7
1773, el motín de San Felipe en 1741, y el movimiento de Juan Francisco de
León entre 1749 7 1751. b)
Los llamados movimientos
pre-independentistas, que planteaban cambios radicales, pero que sólo fueron
apoyados por los criollos cuando los principios sustentados por los insurgentes
no afectaban sus intereses económicos y sociales. c)
La insurrección de José
Leonardo
Chirino; es considerada como el primer
intento independentista que se desarrolló en Venezuela en 1795.
Chirino proclamó la República, la
libertad de los esclavos, la supresión de los impuestos y la
Ley de los Franceses, pero fue
rápidamente sofocada por las autoridades.
A principios del siglo XIX existían
una serie de condiciones propicias para que los criollos iniciaran la lucha por
la independencia. Sin Embargo, un hecho coyuntural aceleró el proceso: la
invasión napoleónica a España en 1808, que destruyó la autoridad y el control
del gobierno español sobre sus colonias. Es por eso que los movimientos
independentistas en América hispánica estallaron sólo después de esa invasión.
- LA ÉPOCA COLONIAL Y LA DESARTICULACIÓN
ECONÓMICA Y POLÍTICA DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS.
La
permanencia de la Conquista como un hecho festivo por la importancia que
significó para nuestros pueblos, se ha visto afectada por nuevos movimientos
culturales que proponen una nueva construcción histórica de lo acontecido a
partir de la llegada del europeo a las tierras americanas. Sin embargo
persisten las expresiones “Descubrimiento de América”, “Nuevo Mundo”, “Nuevo
Continente” o el llamado “Encuentro de dos culturas” que intentó quitarle
matices valorativos negativos a la conmemoración del hecho. La historia de los
pueblos indígenas americanos fue signada por el exterminio físico y cultural,
la opresión política, la explotación económica y la apropiación de sus recursos
por la administración colonial a través de distintas modalidades según épocas y
regiones (Radovich y Balazote, 1992: 9). El proyecto territorial de la
“Conquista” consistió en la delimitación de fronteras que separaban al europeo
del indio, que se fueron expandiendo para limitar el territorio de los pueblos
originarios en la etapa de los Estados modernos
- LA OPRESIÓN CULTURAL Y POLÍTICA Y LA
RESISTENCIA DE LOS PUEBLOS.
El día de
la resistencia indígena
La
conmemoración del arribo de Cristóbal Colón a las costas del continente
americano en 1492 sigue siendo motivo de interpretaciones y polémicas. Los
herederos culturales de los conquistadores europeos, lo consideran el inicio de
la "civilización" en estas tierras. En cambio, para los pueblos indios
fue el comienzo de una guerra de exterminio que impuso un régimen colonial, al
que se opusieron de manera directa o soterrada. Más de 500 años después, muchos
pueblos originarios preservaron su identidad comunitaria, vigorizada por
constantes rebeliones y la resistencia cultural. Esta fecha recuerda hoy el
nuevo ciclo de movimientos indígenas que asumieron un papel como forjadores de
su porvenir
Hace tiempo el parlamento del pueblo Aymara declaró el 12 de octubre como "día de la desgracia" al recordar los "cinco siglos de vivir en la incertidumbre, infortunio y sojuzgamiento de nuestras libertades fundamentales".
"Puestos de pie, al cabo de más de cinco siglos de la funesta hazaña de Cristóbal Colón, evocamos la grandeza de nuestros ancestros", suscribieron los representantes aymaras. Al igual que otros pueblos originarios del continente, ratificaron que "no han podido acabar con nuestras aspiraciones a la libre determinación de un pueblo milenario con civilización y cultura cósmica".
Si el Día de la Raza celebra el mestizaje de las culturas india, negra y europea que produjo la conquista de América, en los últimos años, esa fecha se convirtió en el símbolo de la reconquista cultural y política de los pueblos indígenas.
Durante siglos prevaleció "la visión de los vencedores" y la justificación de la ocupación y el sojuzgamiento de las poblaciones nativas bajo el argumento de que las "civilizaron".
En décadas recientes el movimiento indígena logró una visibilización que puso en cuestión esta idea y puso en el centro del debate sus consecuencias sociales y culturales para los pueblos indios.
Al cumplirse 500 años del arribo del marino genovés a las costas del Caribe, se produjo un punto de quiebre que significó una victoria cultural de los indígenas.
Hace tiempo el parlamento del pueblo Aymara declaró el 12 de octubre como "día de la desgracia" al recordar los "cinco siglos de vivir en la incertidumbre, infortunio y sojuzgamiento de nuestras libertades fundamentales".
"Puestos de pie, al cabo de más de cinco siglos de la funesta hazaña de Cristóbal Colón, evocamos la grandeza de nuestros ancestros", suscribieron los representantes aymaras. Al igual que otros pueblos originarios del continente, ratificaron que "no han podido acabar con nuestras aspiraciones a la libre determinación de un pueblo milenario con civilización y cultura cósmica".
Si el Día de la Raza celebra el mestizaje de las culturas india, negra y europea que produjo la conquista de América, en los últimos años, esa fecha se convirtió en el símbolo de la reconquista cultural y política de los pueblos indígenas.
Durante siglos prevaleció "la visión de los vencedores" y la justificación de la ocupación y el sojuzgamiento de las poblaciones nativas bajo el argumento de que las "civilizaron".
En décadas recientes el movimiento indígena logró una visibilización que puso en cuestión esta idea y puso en el centro del debate sus consecuencias sociales y culturales para los pueblos indios.
Al cumplirse 500 años del arribo del marino genovés a las costas del Caribe, se produjo un punto de quiebre que significó una victoria cultural de los indígenas.
- LA CRISIS DE LA VIDA COLONIAL.
CRISIS
Y REORGANIZACIÓN DEL IMPERIO COLONIAL
Se
trataba de un Imperio venido a menos y que había llegado a ser el más grande
del mundo y que convertirá, desde el inicio del siglo XIX, con la
independencia de las colonias americanas, a España en un “imperio de
segunda”.
Hacia
fines del siglo XVIII, la metrópoli colonial atravesaba problemas económicos y
políticos, entre ellos, la derrota de sus ejércitos en las guerras europeas. A
partir de entonces, aumentaron los conflictos y dio comienzo a la crisis del
orden colonial.-Los indicadores de la crisis: Desde
las primeras décadas del siglo XVIII, la corona española había comenzado a
desatender a sus colonias en américa, profundamente endeudada e involucrada en
las guerras europeas, no solo se hallaba imposibilitada de abastecerlas de los
profundos manufacturados que estas requerían, sino también de defenderlas ante
las posibles agresiones extranjeras. Los principales indicadores de la crisis
por las que atravesaba el orden colonial español fueron:-La imposibilidad del
gobierno metropolitano para continuar controlando eficazmente su imperio, el
crecimiento de la autonomía económica de las colonias americanas, la relativa
autosuficiencia defensiva y la presión de otras potencias europeas.-Las reformas monárquicas frente a la
crisis: Con el objeto de superar el estancamiento económico, modernizar la
economía y las principales instituciones y ,a la vez, recuperar el control
sobre las colonias, el rey Carlos III de la familia de los borbones aplico un
conjunto de reformas políticas y económicas que se denominaron reformas
borbónicas, varias fueron las medidas llevadas a cabo por el gobierno español
en el territorio americano y que afectaron al orden colonial, entre ellas, las
más importantes fueron:-Ampliación y reorganización de la fuerza militar,
subdivisión del territorio, reorganización del comercio colonial, expulsión de
los jesuitas del continente americano y descentralización del cobro de los impuestos.
·
“DE LA
INDEPENDENCIA DE 1821 A LA DICTADURA DE JORGE UBICO”.
1821: Gabino Gainza, capitán
general, fue el que proclamo la independencia. 1822-1823: Guatemala
pasó temporalmente ser parte integral de México por la caída del imperio de
Agustín Iturbide. 1823-1838: Guatemala formo parte de la
Provincias Unidas de Centroamérica y pronuncio mantener poder sobre la política
del periodo colonial, esto provoco la guerra civil de 1826-1829 y también la
ocupación por tropas federales. Mariano Gálvez con su liberalismo fue atacado
por la nobleza criolla y la iglesia, que respaldaron la insurrección de Rafael
Carrera, con la victoria comenzó la desintegración de la unión.
De Carrera al Liberalismo. 1838-1865: el ultraconservador Rafael Carrera fue el domínate de la Política guatemalteca al lado de la nobleza criolla, con el apoyo del pueblo campesino que se dedicaba al cultivo del nopal y la cochinilla. El en año 1847 Guatemala fue declarada como la Republica de Guatemala. 1871: Con la Revolución Liberal abrió el camino al gobierno de Justo Rufino Barrios (1873-1885), esto estableció cambios drásticos y fue el inicio de la privatización de la tierra, un demandado de la oligarquía del café. Esta reforma Liberal no dio un cambio real en el proceso político porque el poder siguió al mando de las autocracias. Por ejemplo el gobierno liberal de Manuel Estrada Cabrera (1898-1920), favoreció a la compañía bananera estadounidense United Fruit Company, que fue establecida en 1901 en el país de Guatemala.
La Suceso Populista
De Carrera al Liberalismo. 1838-1865: el ultraconservador Rafael Carrera fue el domínate de la Política guatemalteca al lado de la nobleza criolla, con el apoyo del pueblo campesino que se dedicaba al cultivo del nopal y la cochinilla. El en año 1847 Guatemala fue declarada como la Republica de Guatemala. 1871: Con la Revolución Liberal abrió el camino al gobierno de Justo Rufino Barrios (1873-1885), esto estableció cambios drásticos y fue el inicio de la privatización de la tierra, un demandado de la oligarquía del café. Esta reforma Liberal no dio un cambio real en el proceso político porque el poder siguió al mando de las autocracias. Por ejemplo el gobierno liberal de Manuel Estrada Cabrera (1898-1920), favoreció a la compañía bananera estadounidense United Fruit Company, que fue establecida en 1901 en el país de Guatemala.
La Suceso Populista
1931-1944: El dictador Jorge Ubico fue
apoyado por la compañía bananera, que en su gobierno United Fruit Company paso
ser la compañía más importante de Guatemala. 1944: Jorge Ubico
fue derrocado por un movimiento populista que fue encabezado por Intelectuales,
profesionales y oficiales del ejército. Este suceso abrió una etapa de reforma
social que fue iniciada por Arévalo (1944-1950) y cuando tomo acceso la
presidencia Jacobo Arbenz, esta reforma social tomo rapidez y anunció la
reforma agraria (1952). 1954: Castillo Armas con la ayuda de
la CIA y la compañía United Fruit Company derrocaron
a Jacobo Arbenz y la reforma agraria.
·
CLASE SOCIAL
Y LUCHA DE CLASES EN EL MOVIMIENTO DE INDEPENDENCIA.
La lucha de clases es un concepto o
una teoría que
explica la existencia de conflictos sociales como
el resultado de un supuesto conflicto central
o antagonismo inherente a toda sociedad políticamente organizada entre los
intereses de diferentes sectores o clases sociales.
Para muchos tal conflicto resulta un cambio o progreso político y social
La estructura
y naturaleza de las relaciones económicas, culturales y sociales en Guatemala
han sido profundamente excluyentes, antagónicas y conflictivas; reflejo de su
historia colonial que desde la independencia de 1821 impulsada por la élite del
país, se configuró un Estado autoritario y excluyente de las mayorías, racista
en sus preceptos y en su práctica, que sirvió para proteger los intereses de
los restringidos sectores privilegiados
·
LA REPÚBLICA FEDERAL Y EL GOBIERNO DE RAFAEL
CABRERA.
La República
Federal de Centro América fue
una federación formada
el 22 de noviembre de 1824 que comprendía los Estados de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica -y
desde 1838 Los Altos,
cuya capital eraQuetzaltenango-.
Fue disuelta en 1838 y cada estado se convirtió en una república, salvo por Los
Altos (Asociación de Amigos del País, 2004).
José Rafael Carrera y Turcios (Ciudad de Guatemala,
1814 - ibídem, 14
de abril de 1865)
fue un caudillo militar guatemalteco, Jefe
de Estado (1844-1847)
y presidente vitalicio de la República de Guatemala (1847-1848; 1851-1865).
Probablemente el mayor representante de la tendencia conservadoraen Centroamérica del
siglo xix. Fue el máximo dirigente que luchó contra el Presidente
Liberal de la Federación Centroamericana, Francisco Morazán,
y se le considera el principal causante de la disolución de dicha Federación al
impedir que los liberales despojaran a los conservadores de los privilegios de
que hasta entonces disfrutabanNota
1 aunque
logró equilibrarlo con concesiones a los indígenas guatemaltecos —con quienes
fue sumamente benévolo y respetuoso— y el apoyo de Inglaterra,
lo que llevó a la población guatemalteca a disfrutar de cierta prosperidad
durante su gobierno.2 Desde
su ascenso al poder, permaneció gobernando directa o indirectamente, mediante
presidentes propicios para esto, con apoyo de religiosos y conservadores. Se
constituyó como presidente vitalicio, y a pesar de la oposición liberal, se
mantuvo en el cargo hasta su muerte.
Varios sucesos internacionales
condicionaron el gobierno del general Carrera. La Guerra de Secesión
de los Estados UnidosNota
2 y
la expansión deInglaterra particularmente
en Belice,
Roatán en Honduras y
el Reino de Mosquitia en Nicaragua. Asimismo, la ocupación militar de México por
los Estados Unidos que dio como resultado la incorporación a este país de cerca
de 900 000 km² mexicanos y la Guerra de Castas en
Yucatán, que se inició en 1847 y que enfrentó a las etnias mayas de la localidad
contra los criollos y mestizos y se prolongó hasta 1901.3 Posteriormente,
ya cuando los Estados Unidos eran dueños de California, la «fiebre de oro»
en ese estado norteamericano y la declaración de Nicaragua como
un Estado más de los Estados Unidos —esclavista y hablando inglés—, gobernado
por William
Walker, y que desencadenó la Guerra contra los Filibusteros.
Localmente, el principal obstáculo que
enfrentó el general Carrera fue el deseo del general Francisco Morazán de
someter a los conservadores de Guatemala e imponer una Unión Centroamericana
dirigida por liberales.
En 1837 inició la lucha armada contra
el régimen de Francisco Morazán, presidente de las República Federal
de Centroamérica; Carrera luchó
contra quien gobernaba el Estado de Guatemala,
el doctor José Mariano Gálvez,
liberal al igual que Francisco Morazán. Fue el máximo dirigente de las fuerzas
insurgentes, entre las que se encontraban numerosos indígenas.24 La
razón por la que contó con el apoyo de los indígenas fue que el 9 de junio de
1837, el gobierno del Estado de Guatemala había vuelto a implantar el tributo
indígena que había sido suprimido desde tiempo colonial por las Cortes
de Cádiz en
1820. Los insurgentes empezaron las hostilidades por medio de una guerra de
guerrillas: atacando poblaciones sin dar oportunidad de tener encuentros con
las tropas del gobierno. Al mismo tiempo, se propagaba la idea de los enemigos
clericales de Gálvez,
que lo acusaba del envenenamiento de las aguas fluviales para propagar el cólera
morbus a
la población, cosa que no ocurría sino por el crecimiento poblacional y la poca
capacidad de la estructura sanitaria del país. Esta acusación favoreció a los
objetivos de Carrera, poniendo a una gran parte de la población en contra de
Mariano Gálvez y de los liberales en general.
Entre sus batallas destacan: la del
cuartel de Mataquescuintla;
la de Ambelis en Santa Rosa, derrotando al
ejército comandado por Teodoro Mejía; la del 7 de diciembre de 1837 en la plaza
de Jalapa donde
fue derrotado; y el 13 de enero de 1838 donde fue atacada la Guarnición de
Guatemala. Algunos de estos hechos militares estuvieron acompañados por
lamentables hechos cometidos por ambos bandos, como robos, asaltos,
allanamientos y asesinatos a gente indefensa. En particular, el gobierno de
Gálvez, al enterarse de que Carrera era el líder de la revuelta, invadió Mataquescuintla y capturó a su esposa, Petrona García,
a quien los soldados tomaron por la fuerza; al enterarse Carrera, juró vengar
el ultraje hecho a su mujer, y acompañado de ésta reinició la lucha con nuevos
bríos. Petrona García, inflamada por el deseo de venganza, cometió numerosas
atrocidades en contra de las tropas liberales, al punto que muchos
correligionarios de Carrera le temían más a ella que al propio caudillo,25 a
pesar de que Carrera para entonces mostraba ya los rasgos de liderazgo y
pericia militar que lo caracterizarían.
Entre ellos, una carta fue lanzada
desde el techo de una de las iglesias, en medio de una vasta congregación de
indígenas. Esta carta supuestamente venía de la Virgen
María, la cual comisionaba a Carrera a
liderar una revuelta en contra el gobierno.26
Para contrarrestar los violentos
ataques de la guerrilla campesina, el gobernador del Estado de Guatemala Mariano
Gálvez aprobó
y luego alabó el uso de la política de tierra arrasada en contra de los pueblos
alzados; esto motivó que varios de sus partidarios le aconsejaran que
desistiera de esa táctica pues solamente contribuiría a incrementar la
revuelta.27 A
principios de 1838, José Francisco
Barrundia y Cepeda, jefe liberal de
Guatemala y decepcionado de la gestión de Gálvez por sus atrocidades, gestionó
para llevar a la Ciudad de Guatemala a Carrera, para combatir al Jefe de
Estado; Para ese año, la situación en Guatemala era insostenible: la economía
se encontraba paralizada por la poca seguridad de los caminos y se llegó al
punto en que los liberales negociaban con Carrera para poner fin a este
enfrentamiento aunque era inevitable. Gálvez sale del ejercicio del poder el 31
de enero de 1838 ante el «Ejército de los Pueblos» al mando de Rafael
Carrera que
inicio la penetración en la ciudad de Guatemala con un ejército de entre diez
mil a doce mil hombres, luego del acuerdo a que llegó Carrera con Barrundia y
Cepeda.
Las tropas victoriosas de Carrera, al
grito de «¡Viva la religión!» y «¡Fuera los herejes extranjeros!» y
constituidas principalmente por campesinos pobremente armados, tomaron la
Ciudad de Guatemala y se dedicaron al pillaje y a destruir los edificios del
gobierno liberal, incluyendo el Palacio Arzobispal, que era en donde residía
Gálvez y la casa del presentante inglés William Hall.28 Para
detener a la turba, Carrera pidió al decano de la Catedral, Antonio Larrazábal,
que abriera las puertas del edificio, que habían permanecido cerradas desde
1829; Larrazabal se opuso terminantemente diciendo que al sagrado recinto no
ingresaba chusma y mucho menos armada; Carrera entonces le colocó un cuchillo
en el cuello y volvió a pedirle que por favor abriera las puertas. Larrazábal
dio órdenes para que abrieran el recinto, y la turba lo invadió pero lo respetó
y así se calmó el ánimo de la milicia.
·
LA REFORMA LIBERAL.
La Reforma Liberal -también llamada
Revolución Liberal de 1871- fue un proceso revolucionario que tuvo lugar en
Guatemala en 1871 con el derrocamiento del presidente Vicente Cerna, tras la
invasión rebelde de un grupo de personas liberales, comandadas por Miguel Ángel
García Granados y Justo Rufino Barrios, entre otros. La reforma incluyó cambios
sociales y políticos a partir de ese momento en la historia de Guatemala
(Asociación de Amigos del País, 2004).
El 2 de abril de 1871, una acción
liberal, capitaneada por Miguel Ángel García Granados y Justo Rufino Barrios
invadió Guatemala desde Chiapas -México-, y sostuvo su primer encuentro cn las
fuerzas oficiales del Gobierno de Vicente Cerna, en Tacaná. Los revolucionarios
eran pocos, pero traían armas más modernas que las utilizadas por las tropas
del gobierno, y fueron aumentando su número a medida que se internaban en el
país (Asociación de Amigos del País, 2004).
El 8 de mayo, García Granados publicó
un manifiesto en el cual indicaba los motivos de la rebelión. Los
revolucionarios se proponían terminar con el gobierno dictatorial de Cerna, derogar
el Acta Constitutiva, dar libertad a la prensa, reorganizar el ejército y
suprimir los monopolios. El 3 de junio los alzados suscribieron en Patzicía, la
famosa Acta de Patzicía, por medio de la cual desconocían al Gobierno de
Vicente Cerna y se nombraba Presidente Provisorio a Miguel Ángel García
Granados. El 30 de junio, el ejército rebelde entró victorioso en la ciudad de
Guatemala y Cerna huyó del país (Asociación de Amigos del País, 2004).
No tardó en llevarse a cabo una pugna
entre el viejo patriota, García Granados, acostumbrado a los debates
parlamentarios y el jóven Barrios, radical y revolucionario. Barrios fue
nombrado comandante de la zona occidental del país con sede en Quetzaltenango.
En este departamento fundó el periódico El Malacate, tribuna que exponía la
necesidad de aplicar una política anticlerical, principalmente contra los
jesuitas, a quienes Barrios expulsó de Quetzaltenango. Este hecho suscitó una
confrontación entre Barrios y García Granados. Posteriormente, Barrios reunió a
todos los jesuitas en la capital, los envió al Puerto de San José y embarcó a
73 de ellos, casi todos extranjeros, con destino a Panamá (Móbil, 2011).
Un año más tarde, cuando Barrios ocupó
interinamente la presidencia de la república, expropió sus bienes, por medio
del Decreto Número 59, nacionalizando sus propiedades. Lo mismo hizo con la
Comunidad de Padres Congregantes de San Felipe Neri. El 7 de junio emitió el
decreto número 64, extinguiendo en la república las comunidades de religiosos y
declarando nacionales sus bienes (Móbil, 2011).
·
LOS GOBIERNOS OLIGÁRQUICOS CAFETALEROS HASTA
LA DICTADURA DE JORGE UBICO.
La reforma
liberal de 1871 y el periodo de las dictaduras cafetaleras (1871 - 1944)Luego
de la declaración independencia, conservadores y liberales pugnan por el poder
50años. Ambos sectores policos eran expresiones de la clase dominante, si ven
con maticesdeferentes. Los consevadores, aliados de la Iglesia Catolica,
representaban a la oligarquía mastradicional oscuristas y sin ambiciones de modernización.
Los liberales eran un sector enasecenso, mas ilustrado y modernista, que
propugnaban por una modernización clasista deaquella sociedad.En ese contexto
ocurre la Reforma Liberal. Los liberales organizan un ejercito, con
ampliaparticipación popular, luego de una rápida y exitosa campaña militar
iniciada en el occidentedel país, llegan a la ciudad de Guatemala, al mando de Justo
Rufino Barrios, para asumir elpoder. El
poder político pasa, asi, al sector mas modernista y dinamico de la cales
dominante,en desmedro de los conservadores y la Iglesia.Wl cultivo sdel café
exigia extensiones consederables de tierra y madno de obra
avundadnte,especialmente en la recolección, asi como buenas vías de
comunicación e instalacionesportuarias, para su trasporte y exportación. La
primera medida de los liberales fue incorporarmas tierra a la producción del café: confiscaron
las tierras de la Iflesia, de algunosconservafores y en mayor cantidad, de las
comunidades indígenas, gran parte de los pueblosde indios se deshicieron, para
pasar a depender de la producción del café. Se emitio entoncesel reglamento de
Jornaleros, que justificaba en la practica el trabajo forzoso
·
“REVOLUCIÓN
DEMOCRÁTICA BURGUESA DE 1944 A 1954”.
El período de diez años que
esta revolución abrió es aún el principal punto de referencia histórico de la
izquierda guatemalteca, en especial el gobierno de Jacobo Arbenz Guzmán (marzo
1951-junio 1954). Por esta razón es importante discutir sobre la naturaleza,
logros y errores del período.
Las transformaciones
sociales a partir de la revolución del 44
Cuando el gobierno
despótico de Jorge Ubico y el de su sucesor Ponce Vaidés fueron derrocados en
1944, la economía guatemalteca se encontraba estancada y su base la constituían
las plantaciones de café destinado a la exportación, pertenecientes a la
oligarquía terrateniente. Esta oligarquía usaba formas semiserviles de
explotación de la mano de obra campesina, predominantemente indígena.
La industria y la clase
obrera eran casi inexistentes. Una fábrica de cerveza, otra de cemento, algunas
empresas textiles conformaban la escasa industria nacional, junto con pequeños
talleres artesanales. La principal fuente de trabajo asalariado se centraba en
las empresas pertenecientes a la United Fruit Company, como los ferrocarriles,
las plantaciones bananeras y la empresa de energía eléctrica, junto con los
servicios públicos.
Esto cambió después de
octubre del 44. La vanguardia de la revolución la constituyeron elementos de la
pequeña burguesía: estudiantes, maestros, profesionales, algunos oficiales
jóvenes del ejército, etc. que arrastraron tras de sí a las amplias masas
ansiosas de un cambio democrático.
Sectores de esta pequeña
burguesía, aprovechando las nuevas condiciones de libertad y democracia que
trajo la revolución, su poder político y la apertura económica, empezaron a
convertirse en una nueva burguesía comercial e industrial.
A la par surgió una nueva
clase obrera que pronto aprovechó las libertades y derechos conferidos por el
Código del Trabajo, promulgado en 1947. Surgieron los primeros sindicatos y las
primeras huelgas por reivindicaciones salariales.
Una gran variedad de
trabajadores se empezaron a organizar para luchar por mejoras salariales:
pilotos automovilistas, empleados de cine, trabajadores de los muelles,
empleados de comercio, obreros de fábricas de calzado, panaderos, trabajadores
de aserraderos, de fábricas de muebles, tipógrafos, trabajadores de hilados y
tejidos, obreros de los ingenios azucareros y de las plantaciones bananeras de
la UFCO.
La organización paulatina
de los trabajadores y sectores populares dio como resultado el surgimiento de
la Confederación de Trabajadores de Guatemala y su aliada Confederación
Nacional Campesina. En 1949 fue fundado el Partido Guatemalteco del Trabajo, de
orientación estalinista, entre cuyos miembros estaban los principales
dirigentes sindicales.
Polarización de intereses
en el seno de la revolución
Durante el período de
gobierno de Arévalo se dio una paulatina diferenciación de intereses dentro de
las fuerzas que realizaron la revolución. Como sucede en toda revolución
democrático burguesa, la base popular del movimiento revolucionario al inicio
sigue a los líderes burgueses o pequeño burgueses, pero en el curso de los
acontecimientos va adquiriendo poco a poco consciencia de sus intereses y cada
vez con más fuerza empieza a enarbolar sus propias reivindicaciones, que chocan
con los límites que la dirigencia burguesa o pequeño burguesa quiere imponer a
la revolución.
La oligarquía terrateniente
fue la primera en oponerse a las medidas de la Junta Revolucionaria de Gobierno
y luego a las del gobierno de Arévalo, pues sus intereses fueron gravemente
afectados, junto a los de la imperialista UFCO. En alianza con las empresas
gringas, la oligarquía y militares reaccionarios urdieron numerosos complots e
intentos de golpes de estado contra el régimen arevalista.
La naciente burguesía que
crecía al amparo de las transformaciones revolucionarias, pronto empezó a
tornarse asustadiza y temerosa ante el auge organizativo del movimiento
obrero-campesino. Los antiguos revolucionarios que invirtieron en negocios
empezaron a identificarse cada vez más con la burguesía incipiente de los
últimos años del régimen de Ubico e incluso con la vieja clase terrateniente
derrotada.
La polarización se agudizó
con la llegada de Arbenz al gobierno. La campaña orquestada por el imperialismo
y la oligarquía terrateniente contra Arbenz, basada en el temor al
“comunismo", encontró fuerte eco en estos nuevos empresarios, que al final
terminaron apoyando la contrarrevolución.
El gobierno de Arbenz
El objetivo del programa de
gobierno de Arbenz era modernizar la economía de Guatemala dentro de los marcos
del régimen capitalista. Para ello la primera medida sería erradicar los restos
de relaciones semiserviles que quedaban en el agro y por medio de una reforma
agraria, aumentar los ingresos de la población del campo; esto formaría un
mercado interno que nutriría el surgimiento de una industria nacional fuerte.
Para romper con el dominio
que tenía el capital imperialista sobre los puertos, el ferrocarril y la
energía eléctrica, Arbenz se propuso crear un puerto nacional en el Atlántico,
la construcción de una carretera al Atlántico, y la construcción de la planta
hidroeléctrica nacional Jurún Marinalá.
El gobierno de Arbenz se
basó en los partidos de la pequeña burguesía radicalizada y de empresarios
progresistas. Tuvo el apoyo incondicional del PGT y las centrales sindicales
dirigidas por éste.
El PGT consideraba que la
revolución guatemalteca debía consistir en la eliminación de las trabas que
imponían las relaciones simifeudales del campo y las compañías imperialistas al
desarrollo de una economía capitalista moderna. El PGT debía luchar por un
gobierno amplio integrado por la clase obrera, los campesinos, el sector
patriótico de la burguesía nacional y la pequeña burguesía, y concebía que el
proletariado paulatinamente conquistaría la hegemonía en tal gobierno en virtud
de su mayor organización y consciencia política.
Esta visión de la toma del
poder como un proceso evolutivo fomentó en los obreros y campesinos
guatemaltecos la fe en las instituciones de la democracia burguesa, en primer
lugar, en el ejército.
La polarización iniciada a
finales del gobierno de Arévalo se agudizó con las primeras medidas tomadas por
el de Arbenz, en especial por la implementación de la reforma agraria en 1952.
La oligarquía terrateniente y la imperialista UFCO, principales afectadas,
extremaron la campaña de desprestigio nacional e internacional contra el
gobierno.
La caída de Arbenz
El ascenso del movimiento
popular y el apoyo a las reivindicaciones campesinas por parte del movimiento
obrero organizado dieron a la reforma agraria, pensada para estimular el
desarrollo capitalista, un contenido que amenazaba rebasar los límites deseados
por la burguesía nacional. La nueva burguesía, a medida que el proyecto
revolucionario se radicalizaba empezó a renegar de su propio proyecto y buscó
alianza con los terratenientes y el imperialismo, temerosa de que las fuerzas
populares desatadas se volvieran contra el capitalismo y la dominación
burguesa.
La situación planteada
exigía llevar la revolución a una nueva fase, a un nuevo enfrentamiento. Pero
el hecho de que el proletariado y el campesinado guatemaltecos eran jóvenes y
sin experiencia, aunado a que sus líderes no fomentaban su independencia como
clase, sino más bien promovían la confianza en las instituciones, partidos y
líderes burgueses, permitió que el enfrentamiento se diera en condiciones
desfavorables a la revolución.
La alianza burguesía,
terratenientes e imperialismo compró las voluntades de los mandos del ejército.
Cuando el grupo armado contrarrevolucionario de Castillo Armas invadió el
territorio nacional, el “ejército de la revolución” no opuso resistencia, salvo
escasas excepciones. Las organizaciones campesinas y obreras, educadas en la
confianza en el ejército y no en la creación de sus propias milicias armadas,
escasamente pudieron enfrentarse a los reaccionarios y en los casos en que
lograron hacerlo, magramente armados, fueron masacrados.
Como conclusión debemos
resaltar la importancia fundamental de mantener la independencia de clase de
los sectores populares (obreros, campesinos, indígenas pobres, desempleados,
etc.) con respecto a las clases burguesa y pequeño burguesas y sus partidos en
los procesos revolucionarios.
·
TRANSFORMACIONES SOCIOECONÓMICAS Y POLÍTICAS
DE LA REVOLUCIÓN.
Revolución política es aquella que se
presenta cuando nuevas circunstancias económicas y sociales han comenzado a
transformar la sociedad, pero las leyes e instituciones políticas tienden a
frenar los cambios de mayor envergadura. La creencia radica en que al
conseguirse los cambios en personal y estructuras políticas, las
transformaciones económicas y sociales llegarán a un ritmo más acelerado y
podrán desarrollarse por completo. Las revoluciones de 1830 y 1848 son buenos ejemplos de revoluciones políticas.
La característica más
importante que posee es la no pretensión de transferir riquezas y/o propiedades
de un grupo social a otro, generalmente quienes impulsan estas revoluciones ya
cuentan con poder económico y lo que buscan es la abolición de restricción para
aumentar su riqueza. Tienden a no ser sangrientas en términos relativos. En sus
inicios la Revolución
Francesa era
fundamentalmente política
Las revoluciones
políticas se contraponen a las revoluciones
sociales que sí
alteran las relaciones de propiedad. Lo que comienza como revolución política
puede derivar, por poco tiempo, en revolución social
Revolución es una
alteración absoluta de las estructuras establecidas en un orden social y
político para ser sustituidas por otras distintas. Es la sustitución del orden
social sobre el cual se basaba el anterior aparato político. Se considera que
la situación está corrompida por completo y es imposible reformarla, por lo
tanto la única solución es erradicarla en su totalidad y sustituirla por algo
nuevo.
·
LAS CLASES Y
LA LUCHA DE CLASES DENTRO DEL PROCESO REVOLUCIONARIO Y LAS TENDENCIAS DE CAMBIO
DEL PROCESO DEMOCRÁTICO REVOLUCIONARIO.
El movimiento pluriclasista de junio
de 1944, después de lograr su objetivo inicial de derrocar el presidente Ubico,
mantuvo durante algunos meses sus rasgos antidictatoriales como principal
expresión de su carácter. Sin embargo. Cuando la situación interna del país y
la influencia de la lucha antifascista en el mundo lo llevaron a desembocar en
el levantamiento militar y civil de octubre 1944, pronunció su tendencia
democrática burguesa. El movimiento democrático reflejó espontáneamente la
desesperación y la decisión de las masas urbanas, encabezadas por un sector
pequeño burgués muy poco organizado. Dada la heterogénea amplitud de las fuerzas
sociales participantes, lo que entonces se llamó “unidad de la familia
guatemalteca” no fue más que la expresión de un pluriclasismo que se proponía
el establecimiento de una legalidad liberal y el ejercicio de los derechos
democráticos elementales. El decreto de octubre de 1944 de la Junta
Revolucionaria de Gobierno, que proclama los objetivos del movimiento, señaló
los alcances del nuevo régimen, las condiciones de aquel momento y los límites
de los “postulados” de la revolución, los cuales, formulados en esta
oportunidad, tuvieron una repercusión progresista. La oligarquía terrateniente
no se hizo ilusiones en cuanto a la “unidad de la familia guatemalteca” y, al
ver afectado su dominio político, no intentó adaptarse al rumbo de los nuevos
tiempos, sino se aferró al pasado. A partir de entonces, las contradicciones
existentes en el seño de la sociedad guatemalteca que estallaron de junio a
octubre de 1944, continuaron haciéndose presentes en diversos niveles y grados
de profundidad. A la euforia de las primeras horas, a la embriaguez que produjo
el hecho de haber concluido con la pesadilla de la dictadura ubiquista,
siguieron ya las demandas políticas, sociales y económicas que fueron
perfilando los futuros conflictos. La ideología pequeño burguesa, democrática
pero siempre heterogénea, encontró en el arevalismo su expresión reformista,
con una fórmula que, en lo esencial, no tendía a desarticular la base de la
dominación terrateniente-burguesa sino sólo a modernizarla. Sin embargo, movida
por su propio impulso inicial, por la dinámica de las contradicciones de una
formación económica social caduca y por los estímulos 1 Originalmente publicado
en en la revista guatemalteca Alero (Tercera Época, No. 8, Sept.-Oct. 1974). El
autor, Huberto Alvarado, era en ese momento Secretario General del Partido
Guatemalteco del Trabajo. Pocos meses después moriría torturado por un
escuadrón de la muerte. 2 de los cambios que se operaban en el proceso mundial,
empezó a acelerar el ritmo de la lucha de clases.
·
“INTERVENCIÓN
CONTRARREVOLUCIONARIA DE 1954 Y LA GUERRA INTERNA”.
El golpe de estado que estremeció a Guatemala en 1954 fue
el resultado de la operación encubierta llamada PBSUCCESS(Criptónimo
CIA). Esta fue organizada por la CIA estadounidense para
derrocar a Jacobo Arbenz Guzmán, el Presidente de Guatemala democráticamente electo, por oponerse a los intereses de la United Fruit Company y
por permitir que los miembros del ampliamente minoritario partido comunista de
Guatemala -Partido Guatemalteco del
Trabajo- influyeran en las decisiones más
importantes de su gobierno.
gobierno
de Árbenz presentó una serie de reformas que el espionaje estadounidense
consideró comunistas y atribuyeron a la influencia soviética. Entonces
propalaron el temor a que Guatemala se convirtiese en lo que Allen
Dulles llamó "una cabeza de playa soviética
en América"1 (posición
enemiga para la invasión). Estas acusaciones fueron utilizadas por la CIA y la
administración de Eisenhower, durante la era anticomunista del Macarthismo. Principalmente el presidente Árbenz promulgó una reforma agraria que
perjudicaba a la multinacional estadounidense United Fruit Company, a
los intereses de la oligarquía guatemalteca y movilizó a grupos de presión en Estados Unidos.
El Conflicto Armado Interno - también denominada Guerra en
Guatemala, Guerra Civil en Guatemala o Enfrentamiento Armado en Guatemala-
fue la guerra civil interna ocurrida en Guatemala entre 1960
y 1996 y que enfrentó al Ejército de Guatemala con
civiles subversivos organizados en una guerrilla. La
guerra, que duró 36 años, dejó 250 000 personas muertos o desaparecidos y
culminó de manera oficial con la firma de los Acuerdos
de Paz.
La primera etapa de
la guerra comenzó después del intento de derrocar al gobierno del presidente Miguel
Ydígoras Fuentes, acción que emprendió un grupo de militares
jóvenes en el Cuartel General Justo Rufino Barrios -también conocido como Castillo de San
Rafael de Matamoros-, el 13 de noviembre de 1960 (Diccionario
Histórico Biográfico, 2004).
Los oficiales que no
quisieron aceptar el indulto ofrecido por el gobierno siguieron luchando,
convertidos en guerrilleros, en alianza con miembros del Partido Guatemalteco del Trabajo -PGT- o Partido Comunista y otros grupos
subversivos que surgieron en esos años (Diccionario Histórico Biográfico, 2004).
Organizaron entonces
las Fuerzas Armadas Rebeldes -FAR-, integradas por diversos frentes
comandados por Marco
Antonio Yon Sosa, Luis
Turcios Lima, Alejandro de León Aragón y otros jefes de facción. Las -FAR- se
desintegraron por diferencias ideológicas entre los comandantes, y los frentes
guerrilleros continuaron la lucha, separadamente, contra el Ejército regular,
hasta la década de 1980, cuando organizaron la Unidad Revolucionaria Nacional
Guatemalteca -URNG-
·
CAUSAS DE LA
INTERVENCIÓN.
Esta fue organizada por la CIA estadounidense para
derrocar a Jacobo Arbenz Guzmán, el Presidente de Guatemala democráticamente electo, por oponerse a los intereses de la United Fruit Company y
por permitir que los miembros del ampliamente minoritario partido comunista de
Guatemala -Partido Guatemalteco del
Trabajo- influyeran en las decisiones más
importantes de su gobierno.
·
DERROCAMIENTO
DEL GOBIERNO REVOLUCIONARIO Y CONSECUENCIAS PARA EL PAÍS.
El 20 de
Octubre en Guatemala se celebra la gesta cívico-militar que en el año de 1944
derrocó al General Federico Ponce Vaides, breve sucesor de la dictadura de 14
años del General Jorge Ubico. La Revolución de Octubre, trajo para Guatemala lo
que se ha llamado la primavera democrática que fueron 10 años de desarrollo,
modernización y progreso para nuestro país, que lamentablemente fue truncada
por la Invasión de los Estados Unidos para Guatemala.
·
LAS
DICTADURAS MILITARES, LA GUERRA FRÍA Y LA DOCTRINA DE LA SEGURIDAD NACIONAL. (
AQUÍ ABRIL)
Doctrina de la seguridad nacional es
un concepto utilizado para definir ciertas acciones de política exterior de Estados
Unidos tendientes a que las fuerzas armadas de
los países latinoamericanos modificaran
su misión para dedicarse con exclusividad a garantizar el orden interno, con el
fin de combatir aquellas ideologías, organizaciones o movimientos que, dentro
de cada país, pudieran favorecer o apoyar al comunismo en
el contexto de la Guerra Fría, legitimando la toma
del poder por parte de las fuerzas armadas y la violación sistemática de los derechos
humanos.
Si bien nunca recibió oficialmente el nombre de Doctrina, esta denominación
es ampliamente reconocida en muchos ámbitos académicos y gubernamentales, y su
existencia es demostrable según la interpretación de los informes
desclasificados por el gobierno de EE. UU., la CIA y
los memoranda del Consejo de Seguridad Nacional.
·
LA GUERRA
INTERNA (CAUSAS, CARACTERÍSTICAS Y CONSECUENCIAS).
El Conflicto Armado Interno - también denominada Guerra en
Guatemala, Guerra Civil en Guatemala o Enfrentamiento Armado en Guatemala-
fue la guerra civil interna ocurrida en Guatemala entre 1960 y
1996 y que enfrentó al Ejército de Guatemala con civiles subversivos
organizados en una guerrilla. La guerra,
que duró 36 años, dejó 250 000 personas muertos o desaparecidos y culminó
de manera oficial con la firma de los Acuerdos
de Paz
(Diccionario Histórico Biográfico, 2004).
La
primera etapa de la guerra comenzó después del intento de derrocar al gobierno
del presidente Miguel
Ydígoras Fuentes,
acción que emprendió un grupo de militares jóvenes en el Cuartel General Justo
Rufino Barrios -también conocido como Castillo de San Rafael de Matamoros-, el 13 de noviembre de
1960 (Diccionario Histórico Biográfico, 2004).
Los
oficiales que no quisieron aceptar el indulto ofrecido por el gobierno
siguieron luchando, convertidos en guerrilleros, en alianza con miembros del Partido
Guatemalteco del Trabajo -PGT- o Partido Comunista y
otros grupos subversivos que surgieron en esos años (Diccionario Histórico
Biográfico, 2004).
Organizaron
entonces las Fuerzas
Armadas Rebeldes -FAR-, integradas por
diversos frentes comandados por Marco
Antonio Yon Sosa, Luis Turcios Lima, Alejandro
de León Aragón y otros jefes de facción.
Las -FAR- se desintegraron por diferencias ideológicas entre los comandantes, y
los frentes guerrilleros continuaron la lucha, separadamente, contra el
Ejército regular, hasta la década de 1980, cuando organizaron la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca -URNG- (Diccionario
Histórico Biográfico, 2004).
Al
principio, la guerrilla actuó en la región oriental -Zacapa, Izabal y Chiquimula-, pero fue abatida por las
fuerzas regulares. Entonces, sus contingentes se movieron hacia Petén, el altiplano central y el
occidental, y otras regiones del país, incluso la capital, donde comandos
urbanos actuaron durante varios años (Diccionario Histórico Biográfico, 2004).
En
el lapso comprendido entre 1980 y 1982, las fuerzas guerrilleras dominaban un
amplio territorio y tenían el apoyo de muchos campesinos. Parecía que iban a
vencer al Ejército de Guatemala, pero éste también se reorganizó y cambió de
táctica, obtuvo más armamento, aviones y recursos humanos y, en acciones mejor
dirigidas, logró recuperar las regiones tomadas por la guerrilla (Diccionario
Histórico Biográfico, 2004).
El
ataque del Ejército contra las facciones subversivas también afecto a las
poblaciones campesinas de las regiones en que se desarrolló el conflicto
armado, muchas de las cuales tuvieron que emigrar hacia otras regiones del país
o a Honduras y México (Diccionario Histórico
Biográfico, 2004).
Durante
el gobierno del presidente Vinicio
Cerezo Arévalo comenzaron las
conversaciones entre la URNG y el Gobierno de Guatemala para una paz negociada.
El 29 de diciembre de 1996, durante el gobierno de Álvaro Arzú, después de muchas
reuniones y convenios, y con la intervención de la Organización
de las Naciones Unidas -ONU-, se firmaron los Acuerdos de Paz (Diccionario Histórico
Biográfico, 2004).
De
acuerdo a un informe de la Comisión del Esclarecimiento Histórico (CEH) publicado en 1999,
bajo el respaldo de la Organización de Naciones Unidas, precisó que el Ejército
de Guatemala cometió un total de 626 masacres contra comunidades de campesinos
durante la guerra. A la guerrilla guatemalteca se le atribuyen 32 (Juicio en
contra de exguerrillero guatemalteco entra en su fase final, 2004).
En
otras palabras, de acuerdo al a misma fuente, entre el 90 y 94 por ciento
de las masacres registradas durante el Conflicto Armado Interno fueron
cometidas por el Estado de Guatemala (Juicio en contra de
exguerrillero guatemalteco entra en su fase final, 2004).
·
“LA GUERRA DE
HOY SU REALIDAD SOCIOECONÓMICA Y POLÍTICA”.
Posterior a
la intervención norteamericana de 1954 en Guatemala contra el gobierno
democrático de Arbenz y después del triunfo de la revolución cubana en el 59,
se produjeron cambios a lo largo de la década del 1960 también en Guatemala.
Desde que se adoptó también la concepción del Estado-nación y se inicio su
respectiva construcción en el marco de un modo de producción particular,
matizado por la existencia y articulación de formas semifeudales y
precapitalistas de producción, así como por su carácter dependiente; se
profundizaron las contradicciones internas en la sociedad, dando como
resultado: la agudización de la lucha de clases y el conflicto étnico-nacional,
manifestándose en el país en su máxima expresión: la lucha armada y política.
Los Estados Unidos, implementaron en el área su doctrina de seguridad nacional,
la cual adopto la forma de la denominada estrategia de contrainsurgencia en
1963, y que los Estados como el guatemalteco, aplicarían en base al terror como
principal elemento para sus campañas militares en contra de la insurgencia y de
la población civil. La realidad demostró que, el Estado, contrario a lo
estipulado en la carta magna, tanto durante la guerra como durante el actual
proceso de paz, más bien ha cumplido la función histórica para la que fue
creado, es decir, como instrumento de dominación de clase. En Guatemala, la
descomposición y desintegración estructural y social, están relacionadas y son
consecuencia del modo de producción, el nivel de las fuerzas productivas y el
carácter de las relaciones de producción que se manifiestan y son inherentes a
su Estructura económicosocial particular. En Guatemala, producto de la
desigualdad social se hizo necesario el inicio de formas de lucha y
confrontación más desarrolladas y radicales, que desembocaron en la utilización
de las armas, la organización político-militar y el inicio y desarrollo de la
lucha guerrillera para tomar el poder y hacer la Revolución en Guatemala. Luego
de más de 36 años y habiendo firmado la paz por medio de la negociación
política, dicho proceso trajo entre otras manifestaciones, también a los
combatientes guerrilleros desmovilizados de la Unidad Revolucionaria Nacional
Guatemalteca –URNG-, los exguerrilleros y sus comunidades de la post-guerra;
componentes de un fenómeno social de grandes proporciones; del cual,
constituyeron parte y manifestación de la descomposición estructural y de la
desintegración social del sistema durante la guerra, y que ahora en el contexto
actual, se redibujan en nuevas formas como síntesis y producto de ese proceso
complejo que se cerró con la firma de la paz.
·
LA
INSTITUCIONALIDAD ESTATAL Y LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA.
La Institucionalidad es entendida como un
atributo básico del imperio o de la república, dentro de un estado de derecho.
Por consiguiente se entiende que, si un estado en ejercicio de su plena
soberanía configura su distribución político-administrativa a la luz de la
división de poderes, luego, esa república, se hará de todos los organismos
(entendidos estos en abstracto) que dirijan ese imperio y su ejecución al
servicio de las personas y en pos del bien común.
Cabe
señalar que no existe completo consenso del alcance que se debe otorgar al
término, así algunos atribuyen su carácter normativo-administrativo como la
particularidad determinante de la institucionalidad y diferenciadora de los
demás métodos de ejecución estatal, sin embargo otros la señalan como el apego
de la sociedad contemporánea dentro del desenvolvimiento de las atribuciones
gubernamentales, administrativas, constituyentes, legislativas y
En líneas generales e intuitivas, debe entenderse que una sociedad o un Estado tienen su institucionalidad más avanzada y fuerte, cuanto más eficientes sean las normativas y leyes que se aplican, y cuanto menos distorsiones se verifiquen en las regulaciones y resoluciones.
Participación
Ciudadana
Los
procesos de democratización del Estado en A.L. no sólo han implicado un proceso
de reformas a la institucionalidad asociada al régimen político (Poder
Ejecutivo, Legislativo y Partidos Políticos), sino también a las instancias del
propio aparato estatal y en particular a la gestión gubernamental promovida
desde estas instancias.
Estas
transformaciones acaecidas en la gestión gubernamental dicen relación con la
creación de mecanismos para la participación de la sociedad civil tanto en la
formulación de políticas y decisiones públicas como en la gestión de servicios
o programas públicos.
En este contexto entenderemos a la participación ciudadana como "el
involucramiento e incidencia de la ciudadanía (y población en general) en los
procesos de toma de decisiones, en temas y actividades que se relacionan al
desarrollo económico, social y político, así como el involucramiento en la
ejecución de dichas decisiones, para promover en conjunto con actores sociales
e institucionales acciones,
planificaciones y decisiones hacia el Estado"
4.1. Participación ciudadana en la formulación de políticas públicas.
Este proceso – ligado fundamentalmente a los procesos de
descentralización – da cuenta de la gran formalización del proceso de
participación ciudadana acaecido en A.L. en la última década, tanto por la vía
jurídica (leyes de
participación popular o promoción ciudadana en Bolivia o Colombia) como por la
vía orgánica estatal. Sin embargo, como lo señalara Cunill, las evidencias recientes muestran que no se han producido avances a favor de una
mayor participación de la sociedad civil, particularmente de los actores no
tradicionales, en la formulación de las políticas y decisiones públicas.
Al respecto Cunill señala que "no obstante el discurso ampliamente
favorecedor de la participación ciudadana, ésta no ha encontrado condiciones
propicias para su ejercicio en los espacios gubernamentales, cuando se ha
vinculado con la posibilidad de contribuir a su propia democratización. Por el
contrario, pudiera sustentarse más bien que las propias formas que se tienden a
adoptar para la institucionalización de la participación de la sociedad civil
en la esfera político estatal pueden ser explicativas de sus límites, habida
cuenta que en vez de facilitar el incremento de la representación social, ellas
pueden legitimar la propia corporativización del aparato estatal, limitando aún
más su publificación ."
Esta hipótesis planteada
por Cunill, se sustentaría en el supuesto de que la participación ciudadana
constituye un potencialidad democratizador, capaz de producir cambios en las
asimetrías de la representación política y social. Sin embargo, también se
puede admitir que los mecanismos de participación pueden asentar o aliviar las
inequidades, generando condiciones para legitimar o problematizar,
respectivamente, sobre el modelo de desarrollo que las implica.
De ahí que para poder abordar los temas de la institucionalización de la
relación del estado con la sociedad civil por medio de la participación en las
políticas y gestión públicas es necesario considerar a los sujetos de la
participación social, las modalidades de participación, así como los ámbitos en
los que se ejerce.
En general los sujetos de la participación con los que se relaciona el
Estado tienen un acceso diferenciado según sean los intereses sociales
asociados a las instancias de decisión estatal, por tanto se conforman a partir
de intereses particulares y de la oferta estatal. Las modalidades más
favorecidas de participación en este contexto en la mayoría de A.L., se
expresan por medio de la concepción de los sujetos como clientes o
consumidores (más que como sujetos políticos, afectando su capacidad de crítica
y control que trascienda sus intereses particulares) operando a favor de una
relación más mercantil que política con las instituciones públicas – estatales.
En cuanto a los ámbitos de participación social, existe una clara tendencia en
la región por favorecer la participación ciudadana en el marco de la
descentralización, relevando el ámbito local como lugar privilegiado para ella
(no obstante las limitaciones estructurales de cambio en este ámbito)
Lo anterior nos llevaría a pensar por tanto que el desarrollo de
mecanismos de participación ciudadana desde el Estado no necesariamente
estimula la organización social, sino que puede devenir en desarticulación del
tejido social y/o fortalecimiento de las asimetrías en la representación
social, redundando en el debilitamiento de la sociedad civil.
No obstante ello, el Estado no sólo ha contribuido al constreñimiento de
la sociedad, sino que también se ha fomentado un acceso diferencial a sus
instancias de decisión por lo que le cabe a él la responsabilidad del establecimiento de las condiciones que aumenten la capacidad
de representación e influencia, particularmente de los actores tradicionalmente
excluidos, para que puedan acceder y expresarse con autonomía frente a los
aparatos estatales.
Están en juego por
tanto, la creación de oportunidades dirigidas a tales actores, que involucran
no sólo su específico reconocimiento como sujetos políticos, sino el respeto a la
organización social preestablecida y cuando ella no existe, la extrema.
De lo que se trataría por tanto es de la necesidad de la politización de
las relaciones entre el Estado y la Sociedad Civil, frente a los procesos de
fragmentación y exclusión social, política y económica que caracteriza a la
mayoría de los países en la región.
4.2. La participación de la Sociedad Civil en la gestión de Programas o
Servicios Públicos.
Para muchos autores existe la tendencia en los últimos años hacia una
mayor demanda de
participación de la sociedad civil en la gestión de los programas o servicios,
sobre todo del campo social.
Una de las explicaciones a este fenómeno radicaría más que en el
desarrollo de movimientos sociales autónomos, en la tendencia del propio Estado
de impulsar, por medio de políticas post -ajuste, la participación de privados
en el desarrollo de sus actividades (ONGs, Corporaciones o asociaciones de
voluntariado, Organizaciones Sociales de Base, etc), enmarcadas dentro del desarrollo de una
cultura de la corresponsabilidad política y social.
Esta corresponsabilidad debiese por un lado posibilitar oportunidades
para aumentar las capacidades de desarrollo de la organización social y por
otro lado la de ampliar la cobertura, la calidad y eficiencia en la prestación
de los servicios públicos y con ello contribuir al logro de una mayor equidad social.
Al respecto Nuria Cunill plantea que las evidencias prácticas con
relación a este sentido no son demasiado alentadoras, señalando que la
tendencia sobre la base de estudios de casos reales " han mostrado que el
involucramiento de ciudadanos consumidores, a través de la ayuda voluntaria en
la producción de servicios públicos, aumenta la calidad de éstos - al ajustarse
mejor a las necesidades de los usuarios-, pero también incrementa sus costos; que está
condicionada a la asistencia financiera estatal, y, sobretodo, que dadas
las resistencias burocráticas, tiende a quedar relegada sólo a los servicios
públicos periféricos o suplementarios"
En la misma línea, respecto a la prestación de servicios públicos por
parte de las ONGs, la misma autora señala que, la eficiencia y efectividad de
su gestión está determinada en gran medida porque se desenvuelven a
pequeña escala, poniendo
en duda su capacidad de replicabilidad y de ampliación de su cobertura, así
como la estabilidad y sustentabilidad de los programas impulsados por estas.
La experiencia tiende a mostrar que la participación de la comunidad en
programas públicos está asociada a sus costos de oportunidad, crecientemente
elevados a causa de la crisis, lo que obliga a relevar las actividades más
estrictamente vinculadas a la supervivencia. Los programas sociales que han sido
desarrollados en América Latina en corresponsabilidad con la sociedad civil
exhiben entre sus resultados la fragmentación de los espacios de decisión y
acción social, la lesión del tejido social existente, junto con el hecho de que
la condicionalidad de los aportes gubernamentales a la exigencia de constituir
determinados organismos hace a éstos altamente inestables.
No obstante lo anterior y pese a los déficit identificados, la tendencia
predominante es asumir a la sociedad civil como un tercer sector, distinto del
Estado y del Mercado (empresa privada)
que identifica al espacio de las asociaciones humanos que no se basan en la
coerción, sino en la interacción social para su reproducción.
·
AUTORITARISMO
Y DEMOCRACIA.
El autoritarismo, entendido como forma de gobierno autoritario, se ha
dado a lo largo de la Historia de la Humanidad. El autoritarismo es una de las
características de sistemas dictatoriales. Un ejemplo actual de autoritarismo
puede ser el Gobierno de Corea del Norte. En el contexto de las relaciones
sociales, un ejemplo clasico de autoritarismo es el que en ocasiones se da en
el entorno familiar. Se considera que existe un autoritarismo cuando los padres
ejercen de figura de autoridad de una manera represiva, con fuertes normas y en
ocasiones con métodos de control violentos.
Características del autoritarismo
En el autoritarismo, de una forma genérica, se puede encontrar una serie
de características diferenciadoras. Una de ellas es la existencia de normas o
leyes represivas que restringen la libertad. En muchos casos, se trata de
medidas arbitrarias y que no responden a la justicia. El poder se concentra en
unas pocas personas o grupos y ejercer el poder sin dar lugar a negociaciones.
El autoritarismo no se corresponde con una única ideología, ya que se trata de
una forma de ejercer el poder y la autoridad.
Autoritarismo y democracia
Una democracia o sistema democrático puede derivar en autoritarismo
cuando a través de los medios como el ejército o la legislación se ejerce el
poder de manera unilateral y represiva sin buscar el consenso social. Algunos
líderes elegidos democráticamente han ejercido su poder de forma autoritaria,
estableciendo leyes que corrompen la idea de democrática real y participativa.
Esto ocurre especialmente cuando un partido que obtiene mayoría absoluta
utiliza esa ventaja para realizar cambios, por ejemplo, en el sistema de acceso
al poder.
·
LA POBREZA Y
LAS EXCLUSIONES SOCIALES.
Diversos
autores han planteado que el concepto de exclusión social quiere recoger
aspectos y dimensiones más amplias que las que contempla el concepto de pobreza
(Cabrera, 2002; Raya, 2004; Subirat et
al., 2005). Con anterioridad a la utilización y
aparición del concepto de exclusión social, las privaciones humanas eran
caracterizadas como pobreza, recogiendo principalmente las carencias de
necesidades básicas materiales en la que muchas personas se encontraban, de
forma que la ausencia de recursos materiales imposibilitaba la participación en
el consumo de bienes y en las condiciones de vida de una sociedad determinada.
En
este sentido, se ha planteado una tipología de representaciones de pobreza en
Europa (Simmel, en Hernández
Pedreño, 2008): en primer lugar, la pobreza integrada, por la
cual las personas pobres serían numerosas pero no estarían estigmatizadas,
situadas en territorios que tradicionalmente se han considerado poco
desarrollados; en segundo lugar, la pobreza marginal, que conformaría un grupo
menor de población, al que se le consideraría como inadaptado y estigmatizado
socialmente, y, por último, la pobreza descalificadora, que aglutinaría a un
colectivo de población numeroso, al que se ha expulsado de la esfera productiva
y que con anterioridad estaba integrado. Estas personas se encontrarían en
situaciones de vulnerabilidad debido a la precariedad en el acceso a recursos
básicos. A éstos sería a los que competería el concepto de exclusión social.
La
participación en todas las esferas de una sociedad no se reduce exclusivamente
a un aspecto económico y material, aunque éste sea muy importante. Existen
otros obstáculos que impiden dicha participación. Se pueden tener recursos
económicos muy bajos y no encontrarse excluido socialmente. Para recoger estas
dimensiones y características, que el concepto de pobreza no contemplaba,
emerge el término exclusión social.
La
exclusión social es un proceso dinámico y acumulativo de barreras y
dificultades que apartan de la participación en la vida social a personas,
familias, grupos y regiones, con relaciones desiguales con el resto de la
sociedad. La exclusión social lleva implícita una serie de características (Cabrera, 2005; Subirats et
al., 2005):
- Es estructural,
puesto que sus causas no se encuentran situadas en el plano individual
sino en la estructura de las sociedades postindustriales, que genera acceso
desigual a los recursos, así como espacios de desintegración y no
participación, expulsando hacia los márgenes a sectores de población, o
territorios. La merma del Estado de Bienestar y de los niveles de
protección social han contribuido a acrecentar los procesos de exclusión y
pobreza.
- No es una
situación fija, sino un proceso dinámico, cambiante, que puede modificarse
en diferentes sentidos, desde zonas de integración a zonas de exclusión, y
nuevamente de integración. El riesgo y la vulnerabilidad son conceptos
importantes en esta situación dinámica y las buenas prácticas de
intervención y los recursos apropiados pueden hacer reversibles los
procesos de exclusión.
- Es relacional,
de relaciones construidas en el acceso desigual a los recursos con el resto
de la sociedad, es decir, de carencia de relaciones de ciudadanía.
- Es
multidimensional, pues no contempla una sola dimensión como conductora de
los procesos de vulnerabilidad y exclusión, sino diferentes aspectos del
desarrollo humano.
Esta
multidimensionalidad es lo que permite hablar de forma diferenciada de pobreza
y exclusión social. Como ha planteado Cabrera (2002), hablamos de
pobreza cuando nos referimos principalmente a la privación de recursos
materiales y económicos, mientras que utilizamos exclusión social cuando
queremos incluir la ausencia de participación en la esfera no sólo económica,
sino política, cultural y social, es decir, cuando se carece de los derechos de
ciudadanía. Además, hace referencia a las dinámicas dentro/fuera de la sociedad
en la participación de las personas y grupos en distintas esferas de
integración, como son el mercado de trabajo, las relaciones sociales y
familiares o la vivienda (García Laso, 2003).
Más concretamente estas dimensiones que componen la exclusión social son:
- La escasez
económica, caracterizada por falta de ingresos suficientes o ausencia de
los mismos. Está muy relacionada con el acceso al empleo y al mercado
laboral, puesto que un trabajo estable, seguro y remunerado es un pilar
básico de integración. Por tanto, el desempleo de larga duración o la
inseguridad en el trabajo son elementos que generan vulnerabilidad y
exclusión, ya que niegan, entre otros aspectos, el acceso a sistemas de
protección. Los ingresos suficientes son además una garantía de consumo de
bienes y servicios y por tanto de acceso a recursos, entre los principales
la vivienda.
- Las privaciones
sociales, cuya pérdida principal son los lazos familiares y las relaciones
sociales. La familia es fuente de apoyo en los momentos críticos de ausencia
de recursos, de cuidados ante la pérdida de salud, de afectividad y de
formación de la identidad. Es decir, las redes sociales y familiares
permiten afrontar las adversidades y cubrir muchas necesidades vitales,
permitiendo compartir conocimientos, interrelaciones e intercambio,
intereses y afecto. Pero fundamentalmente evita el aislamiento y hace del
ser humano un ser social.
- La ausencia en
la participación política, que puede conllevar ausencia de poder, de toma
de decisiones tanto individuales como colectivas, de libertad, de derecho
a ejercer el voto, o de protección de la justicia y de la legislación. Es
decir, de vivir en condiciones de ciudadanos con derechos y deberes.
- Las privaciones
en los aspectos culturales y educativos, que pueden conllevar menor
capacidad para afrontar sus necesidades y menor autonomía para
conseguirlas. Disponer de adecuados niveles de instrucción, información,
formación y conocimiento constituye un importante factor de protección.
Estas
dimensiones se interrelacionan entre sí, puesto que una única dimensión no
satisface las necesidades de las personas, grupos o comunidades. La acumulación
de carencias en cada una de estas dimensiones genera una privación múltiple que
limita las posibilidades de desarrollo y las salidas de la exclusión.
La
exclusión social se muestra de forma diferente en cada sociedad y estado,
determinada por las estructuras sociales, políticas y económicas en cada uno de
ellos. Por otra parte, se relaciona con otros factores que pueden aumentar la
vulnerabilidad hacia la exclusión como son la edad, el sexo y el género, y la
etnicidad. En la medida que los estados fortalezcan y crezcan sus sistemas de
protección y seguridad y eliminen las actuaciones segregacionistas en el acceso
a los recursos, reducirán la vulnerabilidad y la exclusión social en sus
sociedades.
¿Quiénes viven los procesos
de exclusión social?
El
17% de los europeos, alrededor de 85 millones de personas, carecen de los
recursos necesarios para cubrir sus necesidades básicas, en una de las zonas
más ricas del planeta (EUROSTAT, 2010).
Sin embargo, esta proporción puede ser mucho mayor si se contabilizan las
personas y grupos que se encuentran en situación de vulnerabilidad hacia la
exclusión social.
Diversos
estudios han puesto de relieve una serie de situaciones o circunstancias que
viven personas o grupos con mayores probabilidades de vulnerabilidad a la
exclusión social, o que ya viven un proceso de exclusión social (Raya, 2004). Sin ánimo de ser
exhaustivos, podemos destacar como colectivos principales los siguientes:
- Las situaciones
de precariedad laboral, desempleo de larga duración o jubilados
anticipadamente, los trabajadores en empleos inestables, temporales, con
baja remuneración y gran desprotección social.
- Las familias
monoparentales, especialmente las mujeres con la responsabilidad familiar
no compartida, con personas dependientes ancianas, discapacitadas o con
enfermedad.
- Las personas
mayores que se encuentran aisladas, sin familia o sin apoyos de ésta.
- Las personas con
drogodependencias, discapacidad psíquica o con escasa salud aisladas
socialmente.
- Las personas y
familias sin hogar, o con viviendas con alto grado de precariedad y sin
acceso a los sistemas de protección.
- Las personas
convictas o ex convictas, que están aisladas de sus familias, sin apoyo
social para lograr una reinserción social, así como todas las personas que
están recluidas en instituciones habiendo perdido los lazos familiares.
- Las personas que
ejercen la prostitución, que quisieran dejarlo y no encuentran alternativas
viables, así como aquellas que son víctimas del tráfico de mujeres con
fines de explotación sexual.
- Minorías
étnicas, con acceso desigual a los recursos sociales, y en muchas
ocasiones segregadas y estigmatizadas, como puede ser el caso de los gitanos
y gitanas.
- Las personas
inmigrantes, especialmente las que se encuentran en situación irregular,
viviendo situaciones de precariedad en todas las esferas vitales.
- Las mujeres y
niños víctimas de la violencia física, sexual o psicológica, que sufren la
agresión continua del maltratador.
Estos
colectivos de personas no se encuentran en una situación estática de
vulnerabilidad o exclusión social, sino que tienen reducidas sus posibilidades
de participación como ciudadanos y pueden cambiar. En la medida que las
intervenciones sociales sean preventivas y reparadoras, y no paliativas y
reproductoras (Estivill, 2003),
se podrá erradicar dicha exclusión social.
Buenas prácticas de
inclusión
Las
buenas prácticas son referenciadas en muchos contextos y disciplinas, y existen
multitud de publicaciones acerca de lo que se considera un buen hacer en cada
una de ellas. Por tanto, existen unos criterios que permiten decidir si una
actuación puede ser considerada como una buena práctica o no. Eso significa que
puede servir de modelo para otras actuaciones y por tanto se le da un
reconocimiento público de la misma.
Podemos
considerar una buena práctica de inclusión social a aquella que tiene en cuenta
todas las dimensiones que contribuyen a los procesos de exclusión social, e
incide, en mayor o menor medida, en cada una de ellas, atendiendo a sus
posibilidades y recursos. Por tanto, se trata de acciones que permiten la
inclusión social de las personas, grupos y comunidades.
Partiendo
de los criterios del Concurso de Naciones Unidas, una buena
práctica de inclusión social debe tener en cuenta:
- Que la
intervención social produzca un impacto positivo y de mejora en las
personas, familias, grupos o comunidades, aumentando las dimensiones
(económicas, sociales, personales, educativas, culturales y políticas) que
producen exclusión social. Puede incidir en mayor medida en alguna de
ellas (como el fomento del empleo), pero debe tener en cuenta otras
dimensiones de forma secundaria o complementaria (educativas o
formativas).
- Que genere la
participación de la población destinataria, así como de las instituciones
públicas y privadas, además de la participación de la sociedad civil. Los
niveles de participación pueden ser diversos aunque el liderazgo recaiga
en una institución en particular. En este sentido, la implicación de la
mayor parte de agentes sociales, así como la coordinación y el trabajo en
red permiten una mayor inclusión de la participación de todos, con
diferentes responsabilidades en cada uno de ellos.
- Que otorgue
protagonismo a los ciudadanos, sintiéndose partícipes tanto en la toma de
decisiones como en las acciones que se planteen. La participación
ciudadana en los problemas de exclusión social promueve la
corresponsabilidad de los factores que la producen y crea una mayor
concienciación y sensibilidad sobre los problemas sociales y los
colectivos afectados.
- Que promueva la
creatividad y la iniciativa innovadora en las intervenciones sociales,
aprovechando los recursos a su alcance y generando otros nuevos para
cubrir las necesidades sociales.
- Que fomente las
habilidades, capacidades y valores cívicos en las personas y los grupos
con mayor vulnerabilidad, así como en el resto de la sociedad,
fortaleciendo los vínculos y redes sociales de encuentro y participación.
- Que las
intervenciones sociales sean sostenibles por las personas, grupos y
comunidades, puesto que las acciones puntuales contribuyen de forma poco
estable a erradicar la pobreza y la exclusión social.
- Que luche contra
los procesos de discriminación, estigmatización y segregación de los
colectivos en exclusión social, contribuyendo a la seguridad y la
protección de los mismos, así como el fomento de sus derechos sociales.
- Que no
comprometa el futuro agotando o deteriorando los recursos disponibles.
- Que pueda ser
modelo de inspiración para otras acciones sociales. Los contextos sociales
no son idénticos y muchas intervenciones sociales no pueden ser replicadas
de un contexto a otro sin la adaptación necesaria. Sin embargo, pueden ser
inspiradoras de nuevas ideas y modelos de intervención.
- Que las
intervenciones sean planificadas y gestionadas eficaz y eficientemente,
aprovechando los recursos disponibles y haciéndolos sostenibles en el
tiempo.
- Que priorice e
incorpore a aquellos colectivos en mayor desventaja social por cuestiones
de género, etnicidad, edad, orientación sexual o cualquier otro factor que
le sitúe en desventaja social.
- Que las
intervenciones sociales estén sustentadas en valores y códigos éticos,
integrando la autocrítica y los resultados de las evaluaciones, en la que
participen los agentes ejecutores, así como los destinatarios de la
intervención.
·
LA
INSTITUCIONALIDAD ESTATAL Y LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA.
La Institucionalidad es entendida como un atributo básico
del imperio o de la república, dentro de un estado de derecho. Por consiguiente
se entiende que, si un estado en ejercicio de su plena soberanía configura su
distribución político-administrativa a la luz de la división de poderes, luego,
esa república, se hará de todos los organismos (entendidos estos en abstracto)
que dirijan ese imperio y su ejecución al servicio de las personas y en pos del
bien común.
Cabe
señalar que no existe completo consenso del alcance que se debe otorgar al
término, así algunos atribuyen su carácter normativo-administrativo como la
particularidad determinante de la institucionalidad y diferenciadora de los
demás métodos de ejecución estatal, sin embargo otros la señalan como el apego
de la sociedad contemporánea dentro del desenvolvimiento de las atribuciones gubernamentales,
administrativas, constituyentes, legislativas y
En líneas generales e intuitivas, debe entenderse que una sociedad o un Estado tienen su institucionalidad más avanzada y fuerte, cuanto más eficientes sean las normativas y leyes que se aplican, y cuanto menos distorsiones se verifiquen en las regulaciones y resoluciones.
Participación Ciudadana
Los procesos de democratización del Estado en
A.L. no sólo han implicado un proceso de reformas a la institucionalidad
asociada al régimen político (Poder Ejecutivo, Legislativo y Partidos
Políticos), sino también a las instancias del propio aparato estatal y en
particular a la gestión gubernamental promovida desde estas instancias.
Estas transformaciones acaecidas en la
gestión gubernamental dicen relación con la creación de mecanismos para la
participación de la sociedad civil tanto en la formulación de políticas y
decisiones públicas como en la gestión de servicios o programas públicos.
En este contexto entenderemos a la participación ciudadana como "el
involucramiento e incidencia de la ciudadanía (y población en general) en los
procesos de toma de decisiones, en temas y actividades que se relacionan al
desarrollo económico, social y político, así como el involucramiento en la
ejecución de dichas decisiones, para promover en conjunto con actores sociales
e institucionales acciones, planificaciones y decisiones hacia el
Estado"
4.1. Participación ciudadana en la formulación de políticas públicas.
Este proceso – ligado fundamentalmente a los procesos de
descentralización – da cuenta de la gran formalización del proceso de
participación ciudadana acaecido en A.L. en la última década, tanto por la vía
jurídica (leyes de participación popular o promoción ciudadana en Bolivia o
Colombia) como por la vía orgánica estatal. Sin embargo, como lo señalara
Cunill, las evidencias recientes muestran que no se han
producido avances a favor de una mayor participación de la sociedad civil,
particularmente de los actores no tradicionales, en la formulación de las
políticas y decisiones públicas.
Al respecto Cunill señala que "no obstante el discurso ampliamente favorecedor de la
participación ciudadana, ésta no ha encontrado condiciones propicias para su
ejercicio en los espacios gubernamentales, cuando se ha vinculado con la
posibilidad de contribuir a su propia democratización. Por el contrario,
pudiera sustentarse más bien que las propias formas que se tienden a adoptar
para la institucionalización de la participación de la sociedad civil en la
esfera político estatal pueden ser explicativas de sus límites, habida cuenta
que en vez de facilitar el incremento de la representación social, ellas pueden
legitimar la propia corporativización del aparato estatal, limitando aún más su
publificación ."
Esta hipótesis planteada por Cunill, se sustentaría en el supuesto de que la
participación ciudadana constituye un potencialidad democratizador, capaz de
producir cambios en las asimetrías de la representación política y social. Sin
embargo, también se puede admitir que los mecanismos de participación pueden
asentar o aliviar las inequidades, generando condiciones para legitimar o
problematizar, respectivamente, sobre el modelo de desarrollo que las implica.
De ahí que para poder abordar los temas de la institucionalización de la
relación del estado con la sociedad civil por medio de la participación en las
políticas y gestión públicas es necesario considerar a los sujetos de la
participación social, las modalidades de participación, así como los ámbitos en
los que se ejerce.
En general los sujetos de la participación con los que se relaciona el
Estado tienen un acceso diferenciado según sean los intereses sociales
asociados a las instancias de decisión estatal, por tanto se conforman a partir
de intereses particulares y de la oferta estatal. Las modalidades más
favorecidas de participación en este contexto en la mayoría de A.L., se
expresan por medio de la concepción de los sujetos como clientes o consumidores (más que como sujetos
políticos, afectando su capacidad de crítica y control que trascienda sus
intereses particulares) operando a favor de una relación más mercantil que
política con las instituciones públicas – estatales. En cuanto a los ámbitos de
participación social, existe una clara tendencia en la región por favorecer la
participación ciudadana en el marco de la descentralización, relevando el
ámbito local como lugar privilegiado para ella (no obstante las limitaciones
estructurales de cambio en este ámbito)
Lo anterior nos llevaría a pensar por tanto que el desarrollo de
mecanismos de participación ciudadana desde el Estado no necesariamente
estimula la organización social, sino que puede devenir en desarticulación del
tejido social y/o fortalecimiento de las asimetrías en la representación
social, redundando en el debilitamiento de la sociedad civil.
No obstante ello, el Estado no sólo ha contribuido al constreñimiento de
la sociedad, sino que también se ha fomentado un acceso diferencial a sus
instancias de decisión por lo que le cabe a él la responsabilidad del establecimiento de las condiciones
que aumenten la capacidad de representación e influencia, particularmente de
los actores tradicionalmente excluidos, para que puedan acceder y expresarse
con autonomía frente a los aparatos estatales.
Están en juego por tanto, la creación de oportunidades dirigidas a tales actores,
que involucran no sólo su específico reconocimiento como sujetos políticos,
sino el respeto a la organización social preestablecida
y cuando ella no existe, la extrema.
De lo que se trataría por tanto es de la necesidad de la politización de
las relaciones entre el Estado y la Sociedad Civil, frente a los procesos de
fragmentación y exclusión social, política y económica que caracteriza a la
mayoría de los países en la región.
4.2. La participación de la Sociedad Civil en la gestión de Programas o
Servicios Públicos.
Para muchos autores existe la tendencia en los últimos años hacia una
mayor demanda de participación de la sociedad civil
en la gestión de los programas o servicios, sobre todo del campo social.
Una de las explicaciones a este fenómeno radicaría más que en el
desarrollo de movimientos sociales autónomos, en la tendencia del propio Estado
de impulsar, por medio de políticas post -ajuste, la participación de privados
en el desarrollo de sus actividades (ONGs, Corporaciones o asociaciones de
voluntariado, Organizaciones Sociales de Base, etc), enmarcadas
dentro del desarrollo de una cultura de la corresponsabilidad política y
social.
Esta corresponsabilidad debiese por un lado posibilitar oportunidades
para aumentar las capacidades de desarrollo de la organización social y por
otro lado la de ampliar la cobertura, la calidad y eficiencia en la prestación
de los servicios públicos y con ello contribuir al logro de una
mayor equidad social.
Al respecto Nuria Cunill plantea que las evidencias prácticas con
relación a este sentido no son demasiado alentadoras, señalando que la
tendencia sobre la base de estudios de casos reales " han mostrado que el
involucramiento de ciudadanos consumidores, a través de la ayuda voluntaria en
la producción de servicios públicos, aumenta la calidad de éstos - al ajustarse
mejor a las necesidades de los usuarios-, pero también incrementa sus costos; que está condicionada a la asistencia financiera estatal, y,
sobretodo, que dadas las resistencias burocráticas, tiende a quedar relegada
sólo a los servicios públicos periféricos o suplementarios"
En la misma línea, respecto a la prestación de servicios públicos por
parte de las ONGs, la misma autora señala que, la eficiencia y efectividad de
su gestión está determinada en gran medida porque se desenvuelven a
pequeña escala, poniendo en duda su capacidad de replicabilidad y de ampliación de su
cobertura, así como la estabilidad y sustentabilidad de los programas
impulsados por estas.
La experiencia tiende a mostrar que la participación de la comunidad en programas públicos está asociada a
sus costos de oportunidad, crecientemente elevados a causa de la crisis, lo que
obliga a relevar las actividades más estrictamente vinculadas a la
supervivencia. Los programas sociales que han sido desarrollados en América
Latina en corresponsabilidad con la sociedad civil exhiben entre sus resultados
la fragmentación de los espacios de decisión y acción social, la lesión del
tejido social existente, junto con el hecho de que la condicionalidad de los
aportes gubernamentales a la exigencia de constituir determinados organismos
hace a éstos altamente inestables.
No obstante lo anterior y pese a los déficit identificados, la tendencia
predominante es asumir a la sociedad civil como un tercer sector, distinto del
Estado y del Mercado (empresa privada) que identifica al espacio de
las asociaciones humanos que no se basan en la coerción, sino en la interacción social para su reproducción.
·
AUTORITARISMO
Y DEMOCRACIA.
El autoritarismo, entendido como forma de gobierno autoritario, se ha
dado a lo largo de la Historia de la Humanidad. El autoritarismo es una de las
características de sistemas dictatoriales. Un ejemplo actual de autoritarismo
puede ser el Gobierno de Corea del Norte. En el contexto de las relaciones
sociales, un ejemplo clasico de autoritarismo es el que en ocasiones se da en
el entorno familiar. Se considera que existe un autoritarismo cuando los padres
ejercen de figura de autoridad de una manera represiva, con fuertes normas y en
ocasiones con métodos de control violentos.
Características del autoritarismo
En el autoritarismo, de una forma genérica, se puede encontrar una serie
de características diferenciadoras. Una de ellas es la existencia de normas o
leyes represivas que restringen la libertad. En muchos casos, se trata de
medidas arbitrarias y que no responden a la justicia. El poder se concentra en
unas pocas personas o grupos y ejercer el poder sin dar lugar a negociaciones.
El autoritarismo no se corresponde con una única ideología, ya que se trata de
una forma de ejercer el poder y la autoridad.
Autoritarismo y democracia
Una democracia o sistema democrático puede derivar en autoritarismo
cuando a través de los medios como el ejército o la legislación se ejerce el
poder de manera unilateral y represiva sin buscar el consenso social. Algunos
líderes elegidos democráticamente han ejercido su poder de forma autoritaria,
estableciendo leyes que corrompen la idea de democrática real y participativa.
Esto ocurre especialmente cuando un partido que obtiene mayoría absoluta
utiliza esa ventaja para realizar cambios, por ejemplo, en el sistema de acceso
al poder.